El mundo vive deprisa...
Coches volando para llegar antes, hombres y mujeres corriendo porque van tarde, mujeres y hombres apresurados con miles de bolsas de compra para... ¿comer antes?
Por suerte, hay momentos en los que se detiene el tiempo, y es entonces cuando sabes perféctamente que lo que está ocurriendo formará parte de esas instantáneas inmóviles que no vas a olvidar nunca, y que van formando un mosaico de momentos que poco a poco forman la historia de tu vida.
Los ojos de aquella persona antes del primer beso, el sonido de una calle cualquiera donde ocurrió alguna conversación, el olor a bebé de alguien que ahora es más grande que tú, aquel cuerpo desnudo iluminado únicamente por las rendijas de la persiana, el tacto de una piel, el sabor de la comida de tu abuela...
Gracias a esos momentos, el mundo es capaz de detenerse para ti, y todo se vuelve mucho más claro, más nítido, más tuyo... pero en cuanto desaparece esa sensación, el mundo vuelve a tener el mismo sentido que una fotografía movida... va demasiado deprisa como para poder apreciarlo.
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Hace 10 años
1 comentario:
para mí el mundo se detiene cuando siento cómo la nota de esa canción va invadiendo mi cuerpo poco a poco y no importa lo que ocurra alrededor, mis latidos se aceleran, la sangre fluye más rápido por mis venas....
bonita reflexión, la vida es demasiado corta para andar siempre con prisas...
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