Hace días que te observo,
y he contado con los dedos,
cuantas veces te has reído,
y una mano me ha valido.
Hace días que me fijo,
no se que guardas ahí dentro
ya jugar por lo que veo,
nada bueno, nada bueno.
De qué tienes miedo,
ahora rie y llorar luego,
al romper el miedo,
que recorde en tu silencio.
Suéltate y cuéntame
lo que estamos para eso,
pa lo bueno o pa lo malo,
llora ahora y ríe lluego.
Si salgo corriendo,
tú me agarras por el fuego,
y si no te escucho,
¡Grita!
Te extendo la mano,
tú agarra todo el rato,
y si quieres más pues...
¡Grita!
Hace tiempo alguien me dijo,
cual de la mejor remedio,
cuando sin motivo alguno,
se te iba el mundo al suelo,
y si quieres yo te explico,
en que cosas del misterio,
que no hay cielo,
mar, ni tierra,
que la vida es un sueño
Si salgo corriendo,
tú me agarras por el cuello,
y si no te escucho,
¡Grita!
Te tiendo la mano,
tú agarra todo al rato,
y si quieres más pues,
¡Grita!...
Si salgo corriendo,
tú me agarras por el cuello,
y si no te escucho,
¡Grita!
Te tiendo la mano,
tú agarra todo al rato,
y si quieres más pues,
¡Grita!
Homenaje a esos días en los que necesitas hablar, gritar y llorar con alguien para desahogarte, y cuando encuentras a la persona indicada para hacerlo, el orgullo (o como lo quieras llamar) te impide ser sincero y mientes como un bellaco, con una sonrisa torcida y un "todo bien, gracias" que no se lo cree nadie.
Dicen de mi que mi mayor don es el de la palabra... pocos saben que valgo más por lo que callo que por lo que digo.
A todos nos ha pasado eso alguna vez...
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