Hoy hace un mes que me di cuenta de que lo mejor era cambiar el chip. Un mes sin ti. Y esta vez no ha sido porque te fueras…
Un mes después me sorprendo cogiendo el móvil antes de llegar a casa para llamarte. Un acto reflejo, sí, pero que me hizo recordar los caminos de vuelta acompañados por tus “que oportuno eres”.
Un mes después Viva Cádiz sigue poniendo la foto de Will Smith en Soy Leyenda.
Un mes después sigo preguntando “¿qué tal?” en vez de “¿cómo estás?”.
Un mes después sigo sin decir ni una vez “lo siento”.
Un mes después no puedo verte el nick, escuchar tus canciones, ni oler a tabaco en el Bolivar.
Un mes después me he vuelto lo suficientemente fuerte como para poder hablarte de esto, pero también lo suficientemente cobarde como para no atreverme.
Un mes después me descubro a mi mismo escribiéndote todo esto a las tantas de la mañana, pero sin querer que lo leas.
Un mes después… sí, hay vida después de ti.
Si alguna vez llegas aquí y lees esto, quiero que sepas que todo me va de puta madre, exceptuando tu ausencia.
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