domingo, 27 de enero de 2008

Caminos...

He llegado a la conclusión de que esto es como un gran camino.

Cada uno puede elegir hacia dónde ir, y cuan largo o estrecho será, con lo que nos deja a nosotros mismos como responsables de lo que nos podamos encontrar más adelante.

Por supuesto, habrá más caminos aparte del tuyo, por lo que tus propias decisiones también pueden repercutir en los caminos de los demás. Por eso, a veces dos caminos pueden ir paralelos durante un tiempo, otros pueden entrecruzarse, estorbarse... cada uno por un motivo diferente.

De igual manera hay veces que, por costumbre o pesadez, dejamos de darle importancia o nos cansamos del camino que ha estado al lado del tuyo, y este toma una nueva ruta. Otros, sin embargo, hacen que seas tu quien ponga un rumbo nuevo, quizá porque quieras seguir al lado de ese camino, quizá porque hayas visto otro mejor, o quizá porque ya no estés a gusto. Pero, repito, cada giro que tomes tendrá sus consecuencias.

También puede suceder que dos caminos acaben fundiéndose en uno. Es de las cosas mas maravillosas que te podría pasar, ya que no hay nada mejor que una buena compañía al caminar. Sin embargo, es mucho más complicado, ya que tu camino no se moverá únicamente por tus designios, sino por criterio mutuo, al menos teóricamente. Bonito, pero complicado.

Yo, personalmente, he tenido la suerte y la desgracia de haber pasado por todo esto que os he contado, por todos estos tipos de caminos. Algunos me han enseñado mucho antes de irse, otros no los echo de menos en absoluto, y en algunos casos oteo el horizonte para ver si vuelve alguno que se marchó en su día y que han dejado un gran vacío a un lado de mi ruta. Y bueno, sinceramente, nunca supe compartir mi camino, quizá por querer entrecruzarme con el otro demasiado pronto, quizá porque aun no había andado lo suficiente, o porque no miré a ambos lados antes de cruzar. ¿Y ahora, habré aprendido de una vez? No lo sé, tendría que probarlo...

De lo que sí que estoy seguro es de lo orgulloso que estoy de aquellos caminos que llevan tanto tiempo paralelos al mío, como si el paso de los años y las encrucijadas no tuviesen importancia. Gracias a ellos, puedo enderezar mi rumbo cada vez que me pierda o me salga por la tangente... porque sólo tengo que mirar hacia donde van para darme cuenta si me equivoco o no.

Quien sabe, mañana a lo mejor pienso que la vida es una rueda o un filete empanado, pero hoy pienso así. Que mal me está haciendo Cálculo por Dios...

Moraleja: ¡¡SEÑOR@S, TENGAN CUIDADO DEL CAMINO QUE TOMEN!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bendita "ambiguedad", eh? :P Esta curiosa la entrada.

Un día de estos debes contarnos cómo es la vida en modo "filete empanado" xD

Como rueda es muy fácil... y los ríos ya están cogidos, pero la del filete DIOS.

Anónimo dijo...

Wow, no lo pudiste describir mejor. Me encanta como escribes, sencillo y directo ^^

Anónimo dijo...

Bonitas palabras, Daví.
Yo creo que la vida es como una botella de whisky bourbon que te vas bebiendo. Si bebes demasiao rápido tu cuerpo acabará intoxicao, y echarás lo más grande y lo pasarás fatal... así que a beberse la vida tranquilamente, hasta coger el puntito, que es como se esta agradable, jajajaja, y disfrutar de cada momento. El querer ir demasiado rápido no lleva a nada... bueno, sí, lleva a Puertas del Mar... jajaja, y si te la bebes muy lento no la disfrutarás todo lo que podrías haberla disfrutao.
Ánimo con cálculo!! que es más fea que un frigorífico por detrás... pero tenemos que aprobarla!!!